Bicicletas eléctricas: Todo lo que debes saber (guía 2022) 

De acuerdo con los datos publicados por la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) el pasado año se vendieron 223.561 unidades dentro de nuestro país, lo cual supone más de un 14% del total de bicicletas comercializadas (1.571.368). Esta cifra revela un crecimiento del 5,3% interanual y ha supuesto un récord histórico. Además, según vaticinan los expertos del sector, esta tendencia alcista se mantendrá como una pauta durante los próximos años.

Las e-bikes o bicicletas eléctricas han pasado a convertirse en uno de los medios de transporte más utilizados dentro del contexto urbano. Sus prestaciones la han posicionado como una alternativa real frente al coche tradicional o al transporte público. No es extraño si tenemos en cuenta sus beneficios. Se trata de un medio eficiente, versátil y económico, al mismo tiempo que una fórmula sostenible desde el punto de vista medioambiental.

E-bikes: Estos son los tipos de bicicletas eléctricas que existen

La conducción de una bicicleta tradicional exige de un esfuerzo físico que, en función del contexto o de la distancia a recorrer, puede sobrepasar nuestras posibilidades. La implementación de un motor eléctrico que proporciona asistencia durante el pedaleo es la principal baza de las bicicletas eléctricas.

No obstante, no existe un único modelo. En el mercado es posible identificar diferentes tipos de e-bikes. Cada uno de ellos se orienta a un contexto específico y a unas necesidades o hábitos particulares. ¿Estás valorando la posibilidad de comprar una? Si es así, presta atención. A continuación compartimos contigo una pequeña guía que te será de gran utilidad a la hora de tomar una decisión de compra inteligente. ¡Presta atención!

Bicicletas eléctricas de paseo

Son una buena alternativa para llevar a cabo desplazamientos urbanos recorriendo distancias cortas o medias. Una bicicleta eléctrica de paseo puede ser la opción más conveniente para aquellas rutas que se realizan con relativa frecuencia. Están pensadas para cubrir distancias entre puntos clave como el domicilio y el lugar de trabajo.
Su diseño está configurado para garantizar experiencias cómodas y proporcionar una conducción erguida.

En el mercado es posible identificar modelos con diferentes fórmulas de cuadros: En diamante, trapecio o cuello de cisne por ejemplo. Además, se comercializan con el equipamiento completo: Guardabarros, luces, pata de cabra, portaequipajes…

Bicicletas eléctricas todocamino

Su versatilidad las convierte en la fórmula más robusta dentro del segmento urbano. Se trata de una propuesta más deportiva y preparada para afrontar de forma reincidente trayectos más extensos y con diferentes tipos de pavimentos. La mayoría de los modelos que integran el segmento poseen ruedas de grandes dimensiones (28 pulgadas aproximadamente) y con capacidad para adaptarse a cualquier tipo de tramo y carretera.

Además, su sistema abarca diferentes marchas por lo que el usuario puede graduar su potencia para adaptarla al contexto en que se encuentre: Bosque, ciudad o periferia. Todos estos rasgos la posicionan como la solución perfecta para aquellos usuarios que viven fuera del núcleo urbano y necesitan desplazarse hasta la ciudad con relativa asiduidad por cuestiones de trabajo. En definitiva, las bicicletas eléctricas todocamino están adaptadas para recorrer de forma eficaz todos los tipos de superficies, independientemente de si se trata de caminos o arcenes asfaltados.

Bicicletas eléctricas de senderismo

Van un paso más allá de las bicicletas todocamino. La robustez es su principal rasgo así como la funcionalidad. Este tipo de fórmulas están configuradas para proporcionar una experiencia agradable y cómoda en un contexto de seguridad. Al estar orientadas a las rutas de largas distancias, conceden mayor atención a la resistencia y la durabilidad. Las bicicletas eléctricas de viaje cuentan con un diseño aerodinámico y preparado para generar sensaciones cómodas durante largos periodos de tiempo.

En el mercado es posible identificar alternativas para hombre con una estructura en cuadro diamante y para mujer, en cuadro trapecio. Se comercializan con el equipamiento completo que, en este caso, presenta algunas prestaciones extra como por ejemplo un mayor número de marchas o un desviador integrado en el buje trasero. El resultado es un medio capaz de emular con total precisión las sensaciones asociadas a las sesiones de senderismo que se llevan a cabo a partir de bicicletas tradicionales.

Bicicletas eléctricas plegables

La ligereza es su seña de identidad. Tal y como ocurre con las bicicletas plegables convencionales, sus análogas eléctricas se orientan fundamentalmente a las demandas que se generan en los contextos puramente urbanos. Están diseñadas para proporcionar respuesta a todos aquellos usuarios que necesitan tener al alcance de la mano un medio de transporte fácil de almacenar dentro de oficinas o apartamentos. Además de que su adquisición puede minimizar considerablemente el riesgo potencial de robo pues no necesitan ser estacionadas en exteriores, también pueden llevarse fácilmente en el interior de medios de transporte públicos como trenes o autobuses.

Con respecto a sus prestaciones, cabe mencionar que están enfocadas a cubrir trayectos de distancias cortas. Su estructura integra un motor en la rueda, una transmisión ensamblada en el buje, así como una correa. En conjunto proporcionan una interesante libertad de desplazamiento en entornos dinámicos como las grandes ciudades.

Bicicletas eléctricas de carga

Su proliferación se ha extendido considerablemente durante los últimos años. ¿La razón? En realidad, hay varios factores que explican su popularidad. Por un lado, se ha extendido la tendencia a obviar la utilización del coche dentro de los núcleos familiares. El encarecimiento del combustible ha hecho que cada vez más familias recurran a este tipo de alternativas. Por otro lado, la multiplicación del comercio online ha hecho que las entregas a domicilio se disparen posicionando a las bicicletas eléctricas de carga como una solución cada vez más demandada. Es posible identificarlas en diferentes gamas. Desde diseños que integran dos ruedas, hasta otros que integran tres y una caja o envase de grandes dimensiones en la parte trasera o delantera.

Aunque a priori pueden dar la sensación de ser endebles, las bicicletas eléctricas de este segmento pueden soportar cargas de hasta 100 kg sin contar el peso del conductor. No obstante, sus elevadas prestaciones y su potencia se reflejan en precios de mercado sensiblemente superiores. Las cifras oscilan en torno a los 4.000 euros aunque a largo plazo pueden proporcionar un retorno de inversión importante.

Comprar un bicicleta eléctrica: Factores que deberás tener en cuenta

Peso

Es una de las variables más condicionantes. El peso de una bicicleta eléctrica puede determinar su usabilidad y alterar la experiencia de conducción tornándola más o menos confortable. El peso depende directamente del material del que esté elaborada. En el mercado es posible encontrar alternativas fabricadas a base de aluminio o de fibra de carbono. En función del material el presupuesto también oscilará. En general, cuanto más ligera sea más cara será. Lo más aconsejable es probarla antes de tomar una decisión y valorar hasta qué punto merece la pena invertir más o menos de acuerdo con las necesidades reales del usuario.

Tipo de motor

Es posible identificar dos gamas de motor. Por un lado, motores con escobillas. Tienden a tener un peso considerable y además, generan mayor ruido cuando están en funcionamiento. Además, son más asequibles. En general, aquellas e-bikes que poseen motores con escobillas tienden a tener precios de venta bastante reducidos. Por otro lado, podemos encontrar motores sin escobillas. Son un componente bastante más ligero y además, no generan ningún tipo de contaminación acústica. Sus prestaciones le llevan a ser un complemento menos económico. Optar por e-bikes con motores sin escobillas se traduce en una inversión bastante superior.

Posición del motor

La distribución del motor es variable. Puede ubicarse en las ruedas (tanto en la trasera como en la delantera), así como en el eje central. Los modelos que integran el motor en el eje central distribuyen la energía eléctrica hacia los pedales. Cuando se ubica en la rueda delantera pueden generarse algunos inconvenientes. Por un lado, existirá mayor peso en esa zona del vehículo por lo que la sensación de conducción puede tornarse menos fluida porque los impactos (por ejemplo, ocasionados por baches) tienden a manifestarse con mayor intensidad.

Por último, si el motor se ubica en la rueda trasera, la experiencia de conducción se torna más estable aunque, por otro lado, la velocidad de desplzamiento tiende a reducirse.

Tipo de batería y período de recarga

La mayoría de modelos cuentan con baterías de litio debido a su alta vida útil y su reducido peso. No obstante, también es posible encontrar opciones con baterías de plomo, níquel o hidruro metálico. Se trata de materiales más rudimentarios y, por lo tanto, al mismo tiempo más económicos. En promedio, las e-bikes deben ser cargadas cada tres horas aproximadamente. Sin embargo, este periodo puede verse modificado en función de las prestaciones y, una vez más, dependiendo del precio. Aquellos modelos de gama superior suelen cargarse en menos tiempo.

Autonomía

Para poder saber con exactitud cuál es el grado de autonomía de un modelo es necesario verificar la capacidad de la batería. Ésta se expresa en Wh, es decir, vatios por hora. La mayoría de los modelos que integran el mercado suelen presentar una batería con capacidad de entre 300 y 400 Wh. Estas cuotas se traducen en recorridos de entre 40 o 60 kilómetros. En caso de que las necesidades del conductor sean superiores, es preferible optar por soluciones de gama superior. Éstas pueden alcanzar entre 100 y 150 kilómetros de autonomía.

Frenos

La generalidad integra frenos V-Brake. Su principal punto fuerte reside en que son soluciones asequibles desde el punto de vista económico. Además, al mismo tiempo poseen unas necesidades de mantenimiento bastante reducidas. Las e-Bikes de gama superior incluyen casi en su mayoría frenos de disco mecánico o hidráulico. A pesar de que cuentan con unas prestaciones superiores, sus necesidades en concepto de mantenimiento son mayores.

Suspensión

Es una variable más secundaria y responde a las preferencias personales de cada usuario. La alternativa más cómoda y estable se compone de un amortiguador trasero y suspensión delantera. No obstante, también tiende a generar un encarecimiento en el precio final, así como unas reparaciones asociadas más costosas.

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Paneles solares fotovoltaicos: Guía 2022

El sector de las energías renovables ha experimentado un crecimiento sin precedentes a lo largo de los últimos años. En nuestro país la energía solar lidera el ranking de instalaciones. De acuerdo con el Primer informe Trimestral sobre el sector de la Reforma, sólo durante el primer trimestre del año el volumen de solicitudes de instalación de placas solares se ha incrementado en un 29%. Además, en comparación con los datos registrados en 2019, el segmento ha crecido en un 310%.

No obstante, las previsiones nos dicen que esto sólo es el comienzo de la transición verde. A lo largo de los próximos años esta tendencia al alza se multiplicará, especialmente en lo que respecta a las soluciones autoconsumo.

La elevada exposición solar que existe en España se ha sumado al encarecimiento sistemático de la electricidad y el gas, lo cual ha derivado en una migración hacia alternativas ecológicas mucho más pronunciada.

Teniendo en cuenta que el ahorro económico en la factura de la luz puede reducirse hasta en un 60%, la conveniencia de llevar a cabo una instalación se torna perentoria en la mayoría de hogares españoles. Pero, ¿qué debe tenerse en cuenta?

A continuación, compartimos contigo una guía sobre paneles solares que te ayudará a responder tus dudas más comunes. ¡Toma nota!

Instalación de paneles solares para el autoconsumo: ¿Cuántos tipos existen y cuáles son los más aconsejables?

Ante la posibilidad de instalar paneles solares destinados al autoconsumo en el contexto del hogar, surgen dudas. Qué tipos de paneles existen es una de las más comunes. Muchas personas tienden a confundir los paneles solares térmicos con los paneles solares fotovoltaicos. No obstante, a pesar de que ambas opciones tienen en común el aprovechamiento de la energía solar, cada tipología cumple una función diferente.

Cuando hablamos de paneles solares fotovoltaicos hablamos de un recurso diseñado para obtener electricidad. Por otro lado, cuando hablamos de paneles solares térmicos hablamos de una herramienta para generar energía térmica, es decir, que su aplicación está destinada a generar calor ya sea a través de un sistema de calefacción o a partir del suministro de agua caliente.

Al poseer una finalidad diferente, sus estructuras también son distintas por lo que, en realidad, más allá de su fuente de obtención de energía, no tienen muchas más cosas en común.

A lo largo de este artículo nos centraremos en los paneles solares fotovoltaicos, es decir, aquellas instalaciones que están planteadas para proveer de electricidad a una vivienda.

Paneles solares fotovoltaicos: ¿Cuántos tipos existen?

El principal criterio de clasificación que se utiliza se basa en la composición de los paneles y su fabricación. Existen dos tipos de paneles fotovoltaicos básicos: Los paneles monocristalinos y los paneles policristalinos. Aunque ambas opciones se diferencian en el tipo de tratamiento que reciben sus materiales, también existen claras implicaciones en términos de eficiencia energética. ¿Cuál de las dos alternativas es la más recomendable? En realidad, no existe una respuesta absoluta. Como podrás comprobar, en el mercado se comercializan ambas debido a que ambas proporcionan grandes beneficios en función de las circunstancias.

Las células de silicio monocristalino se elaboran a partir de bloques de silicio cilíndricos que reciben el nombre de lingotes. Durante el proceso de producción se cortan los cuatro lados del cilindro con el consiguiente derroche de silicio. El resultado son cristales prácticamente puros y con una capacidad para generar energía muy elevada.

En el caso de las alternativas policristalinas el bloque de silicio se funde en bruto por lo que no se eliminan sus impurezas. A continuación se introduce en un molde cuadrangular generando obleas cuadradas pero con impurezas. El resultado es una composición integrada por policristales que, en conjunto, generan un grado de eficiencia más reducido.

En términos generales, podríamos concluir que la variante monocristalina es más cara y, en cierto modo, también más eficiente. En realidad, su grado de efectividad depende directamente de las condiciones climáticas del entorno. Debido a su composición y su capacidad para retener el calor, los paneles fotovoltaicos monocristalinos son más convenientes en zonas expuestas a climas fríos.

Por su parte, las soluciones policristalinas absorben el calor más rápido y además presentan una mayor resistencia ante situaciones de sobrecalentamiento. En consecuencia, son una opción más conveniente para hacer instalaciones en zonas geográficas que cuentan con climas cálidos.

La diferencia que existe en términos de pureza se traduce en una diferencia en términos de eficiencia del 20%. A lo largo de un día el rendimiento de un panel monocristalino alcanza en promedio los 330 wp (vatios que generará como máximo), frente a los 270 que produce el panel policristalino.

¿Cuántos paneles solares necesitas?

Para poder tener una referencia precisa es necesario conocer cuáles son las necesidades de consumo que posee la vivienda. Como ya hemos mencionado, Wp hace referencia a los vatios que, como máximo, puede generar una placa solar. No obstante, es importante tener presente que dicha cuota nunca se alcanzará porque en todas las instalaciones, independientemente de cómo se planteen, existen fugas o pérdidas. En cualquier caso, más allá de su relativa imprecisión, sirve como una buena orientación y hacer comparaciones entre diferentes placas solares a la hora de tomar una decisión de compra.

Afortunadamente, con el paso del tiempo la transformación digital ha puesto a nuestro alcance una gran variedad de recursos que pueden sernos de utilidad a la hora de trazar una instalación. En la red es posible acceder a plataformas que calculan de forma automatizada la extensión de la superficie que debería cubrirse con placas solares para cubrir las necesidades que se reflejan en el importe promedio de nuestra factura de la luz. Este tipo de herramientas pueden ser de gran utilidad aunque hay que tener en cuenta que para obtener una valoración más rigurosa es recomendable contactar con un instalador profesional.

Consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de comprar e instalar paneles solares

A la hora de calcular el espacio requerido para llevar a cabo una instalación fotovoltaica adaptada a las necesidades de la vivienda, es importante tener en cuenta no sólo la extensión disponible en metros cuadrados. También deben valorarse las posibles restricciones que puedan obstaculizar o minimizar el rendimiento de la instalación. Esto abarca las limitaciones físicas derivadas de la propia construcción (ventanas, chimeneas, antenas…) pero también todos aquellos agentes externos que pueden influir a partir de la proyección de sombras sobre las placas solares (árboles, edificios ubicados en las proximidades…).

Llevar a cabo un análisis riguroso sobre el espacio disponible ayudará a identificar el potencial real de la vivienda y pondrá de relieve determinadas necesidades que a priori no se tienen en cuenta. La disponibilidad espacial también revela el tipo de placa que debe instalarse. En el caso de que exista excedente de metros cuadrados disponibles, el propietario puede recurrir a una mayor cantidad de paneles solares económicos y menos eficientes. Sin embargo, en caso de que exista un espacio restringido, lo más interesante será optar por soluciones más eficientes y que proporcionen un mayor rendimiento, a pesar de que su inversión sea superior.

La planificación de la instalación también debe tener en cuenta factores como el tipo de cubierta que posee la vivienda, su grado de inclinación o su orientación con respecto al sol. En función de todas estas variables el volumen de placas necesario experimentará oscilaciones.

Llevar a cabo un estudio de la ubicación y la situación permitirá cotejar posibilidades y valorar la necesidad de integrar estructuras de inclinación para obtener el máximo rendimiento de los paneles así como incrementar la superficie disponible.

Aunque a un nivel particular pueden llevarse a cabo algunas valoraciones generales, lo más recomendable es recurrir a un profesional especializado. De lo contrario, pueden incurrirse en imprecisiones que a largo plazo redunden en una menor eficiencia y en una pérdida de oportunidades de ahorro en la factura de la luz.

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Cargadores para coches eléctricos: Todo lo que debes saber (guía 2022)

Según revela un estudio elaborado por la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) a lo largo del pasado mes de mayo se comercializaron 2.241 vehículos eléctricos. En relación al pasado año, las cifras revelan un crecimiento interanual del 12,60% dotando de mayor solidez a los vaticinios de los analistas especializados: El coche electrónico se seguirá imponiendo con mayor virulencia durante los próximos años dentro del mercado español.

Aunque es cierto que nuestro país aún tiene distancia por recorrer para igualar la tasa de matriculaciones en países como Italia o Noruega, en la actualidad ya se posiciona en el ranking de países europeos con mayor flota de turismos eléctricos. Tan sólo entre enero y mayo se registraron 11.167 vehículos eléctricos matriculados, lo cual se traduce en una subida de más del 67% en comparación a los datos que arrojó 2021.

No obstante, más allá de esta sólida popularización aún son muchos los conductores que poseen nociones muy limitadas en lo que respecta a la adquisición, el tipo de recursos que deben adquirirse para colmar las necesidades de este tipo de vehículos o su mantenimiento a largo plazo.

A continuación, te ofrecemos una guía especializada en cargadores para coches eléctricos. Si no sabes qué tipos existen, qué modelos están regulados por la Unión Europea, o cuál de las alternativas disponibles en el mercado proporcionan mayor rendimiento, sigue leyendo.

Guía para comprar cargadores para coches eléctricos: Lo que debes tener en cuenta

Verifica cuál es la potencia contratada en tu vivienda

Para evitar incidentes es importante verificar que se cuenta con la potencia adecuada a las necesidades del hogar incluyendo la carga simultánea. Además, también es recomendable adquirir un cargador con balanceo automático de carga. A partir de este parámetro se destina a la carga únicamente aquella energía que no es consumida o demandada por el hogar y, por lo tanto, se garantizará un proceso de alimentación que no interfiera con la potencia contratada sobrepasándola.

Si por cualquier circunstancia no es posible adquirir este tipo de cargadores, es imprescindible que se haga una revisión del consumo promedio dentro de la vivienda analizando las facturas inmediatamente anteriores y se verifique cuál es la potencia contratada. En caso de que el consumo generado a partir del cargador y el de la vivienda superen esta cuota será preciso solicitar un aumento de potencia para cubrir todas las necesidades.

Define una velocidad de carga

Es una de las variables que más incertidumbre genera. Frente a la inmediatez que encontramos en los vehículos con sistemas clásicos de combustión, en los que basta con unos pocos minutos para recargar el depósito en un punto de repostaje, los sistemas eléctricos cuentan con ciertas limitaciones. No sólo porque existan puntos de recarga públicos relativamente limitados. También porque la velocidad a la que se lleva a cabo la carga de la batería puede ser bastante mayor.

Esto en realidad depende de algunos factores como, por ejemplo, la marca y el modelo del cargador. Cada uno posee una potencia de carga máxima, lo cual determina el tiempo que lleva el proceso de suministro de energía. En general, aquellas propuestas que cuentan con una potencia de carga elevada tienden a ser más caras aunque, como hemos puntualizado, a largo plazo pueden traducirse en una inversión de tiempo importante. En el mercado podemos encontrar dispositivos orientados a tres tipos de carga:

Carga convencional

El período total oscila entre las 6 y las 12 horas y está determinado por la intensidad de la instalación eléctrica, pero también por el grado de autonomía del vehículo. La cuota de potencia más común se sitúa en 2,3Kw.

Carga semirápida

Se extiende durante un tiempo promedio de 4 horas consecutivas. Requiere de un equipo con toma de tierra que proporcione garantías en materia de seguridad y eficiencia. Su potencia de carga suele situarse en 7,4Kw.

Carga rápida o ultrarrápida

El ciclo de carga se ve minimizado hasta períodos aproximados de entre 15 y 30 minutos dependiendo de la capacidad de carga del vehículo. Los modelos de carga ultrarrápida ofrecen un nivel de potencia que puede llegar hasta los 350Kw.
Está especialmente generalizado en flotas de vehículos así como puntos públicos como parkings que dan servicio con frecuencia a una gran cantidad de vehículos.
Además del considerable ahorro de tiempo que supone, uno de sus puntos fuertes es que a lo largo del proceso no genera sobrecalentamientos y, como resultado, no genera efectos negativos en la batería del vehículo. Su uso habitual puede incrementar su vida útil.

Escoge el tipo de conector más apropiado

En el punto tradicionalmente ocupado por la boca del combustible, los vehículos comercializados dentro del continente europeo presentan dos clases de conductores. Generalmente se trata de opciones combinadas en una misma toma y compatibles con los conectores más utilizados.

Conector Schuko (toma doméstica)

Se trata de la toma de alimentación convencional. El conector Schuko tiene una amplia variedad de aplicaciones en el entorno doméstico por lo que en principio se orienta a dispositivos electrónicos con potencias bastante limitadas. No está diseñado para coches eléctricos de gran autonomía. Es relativamente común como herramienta para dar soporte a vehículos híbridos enchufables. También es habitual encontrarlo como conector para vehículos que cuentan con baterías de capacidad reducida como patinetes eléctricos o motos.

Conector Tipo 1

Recibe el nombre de Yazaki y está especialmente extendido en Estados Unidos y Japón. A pesar de que la normativa del continente europeo especifica que los coches eléctricos deben utilizar el cargador Menneke, en la actualidad aún existen bastantes modelos de coches que se comercializan con la toma Yazaki. Su potencia tiene un alcance de 7,4 kW. Para coches eléctricos que integran baterías de 50 kWh puede minimizar el periodo de carga completa a un promedio de 7 horas.

Conector Tipo 2 (Mennekes)

Ha proliferado en mayor medida dentro del continente europeo y España en comparación con la alternativa de Tipo 2. Recibe el nombre de Mennekes y proporciona una potencia de carga superior. Como máximo puede alcanzar cotas de 44 kW. Su rango mínimo es de 3,7 kW. En cargas de tipo monofásicas puede proporcionar 16A mientras que en las trifásicas su capacidad se incrementa hasta los 63A. En términos prácticos, estamos hablando de un conector que puede llegar a proveer una batería de un coche eléctrico de 50 kWh en un período promedio de 13,5 horas o, incluso, en condiciones óptimas en solo 1 hora. El conector Mennekes está asociado a aquellos vehículos del segmento urbano que no son compatibles con cargas rápidas que superan los 44 kW.

Conector CCS (combinado)

Este conector combinado se ha estandarizado dentro del continente europeo. Dentro de su segmento es posible encontrar diferentes gamas y modelos con prestaciones flexibles. La versión más extendida ofrece un espectro de potencias que se sitúa entre los 43 y los 50 kW máximos. En este rango, es posible cargar por completo un coche eléctrico con batería de 50 kWh en cuestión de 1 hora.

Aquellos vehículos que soportan potencias de carga en corriente continua que superan los 50 kW cuentan con una tapa debajo el conector Mennekes que integra dos bornes extra. Gracias a ello pasa a ser un conector CCS y, por lo tanto, los períodos destinados a la carga de la batería son mucho más reducidos.

No obstante, durante los últimos años se han lanzado nuevos modelos al mercado que alcanzan una potencia de más de 100 kW, aunque su oferta aún está bastante restringida. Por otro lado, el estándar puede llegar a sobrepasar los 350 kW, lo cual se traduciría en la carga completa de un coche eléctrico con batería de 50 kWh en sólo cuestión de minutos. Por el momento, estas potencias no están al alcance del público en los puntos de recarga distribuidos por el territorio europeo.

CHAdeMO

Se trata de una fórmula de carga rápida muy similar al CCS europeo. Iba incluido en los primeros coches eléctricos japoneses aunque en la actualidad ha quedado prácticamente obsoleto. En Europa ha desaparecido casi por completo desde la irrupción de CCS y Mennekes en casi la totalidad de fabricantes.

El tipo de carga es importante

Los sistemas eléctricos trifásicos minimizan los tiempos de carga, sin embargo, no todos los vehículos eléctricos son compatibles. En caso de que el coche no sea compatible deberá optarse por un tipo de carga monofásica.

Define un presupuesto

Existen diferentes gamas de precios por lo que no sólo debe prestarse atención a las prestaciones que cada modelo integra. También debe establecerse una selección en función del rango presupuestario.

¿Cuáles son las prestaciones del software que acompaña al cargador?

Cada cargador cuenta con un software que, a su vez, posee unas prestaciones particulares. Valorar esto también puede marcar una diferencia en la experiencia de uso. Algunas de las potencialidades más comunes son:

  • Notificaciones cuando finaliza el proceso de carga.
  • Sistema para programar la carga por horas.
  • Contabilización y seguimiento de las sesiones de carga.
  • Estadísticas de consumo.
  • Evolución de la carga actual.
  • Notificaciones en caso de incidencias o irregularidades.
  • Reporting automatizado.
  • Gestión de pagos.